En Colombia, agosto es el mes de los vientos. Es común salir a la calle y encontrar cometas a la venta, con las que se llenan los parques, plazas y campos abiertos todos los fines de semana.
En Casa Terracota celebramos este mes, rindiendo homenaje al viento, uno de los cuatro elementos que ha hecho posible la construcción de este maravilloso lugar. Por un lado, el viento seca las capas de tierra con las que se levantan los muros de Casa Terracota, y por otro lado, sirve para mover los dos molinos que encuentras acá: uno, oxigena el lago para que haya vida en este, y con el otro, se muele la tableta o el ladrillo para sacar los minerales con los que se pintan los muros de Casa Terracota. Este mismo molino también ha servido para triturar el vidrio con el que hemos construido los mesones y muchos de los detalles de vidrio molido que encuentras en la casa.
Queremos entregarles un poco de historia y datos curiosos sobre el viento y la energía que produce.
Se dice que en el año 2000 a.C, los persas y chinos empezaron a emplear los molinos de viento para moler los cereales y transformarlos en harina. Pero fueron los holandeses los que lideraron el desarrollo de esta tecnología que transforma el viento en energía.
Hoy por hoy, la energía eólica se postula como uno de los aliados más valiosos para hacer frente al cambio climático por su bajísimo impacto medioambiental. El viento es una “escoba invisible” que dispersa los contaminantes de la atmósfera, y un molino de viento evita al año la emisión de más de 6.300 toneladas de CO2 a la atmósfera.
¿Más ventajas de la energía producida por el viento?
Pues bien, el viento es un recurso inagotable, contrario a los combustibles fósiles. También, es una energía totalmente limpia que no produce ningún tipo de residuo, por lo que su uso no contribuye a la destrucción de los ecosistemas ni favorece el calentamiento global. También es una de las energías más seguras que existen.
Aunque hay países y lugares en el mundo que cuentan con un mayor índice de vientos, este elemento se encuentra en todas partes. Esto puede permitir crear un mercado energético autóctono, lo que hace que importar la energía desde otras economías no sea necesario.
La energía eólica está al alcance de todos y podemos encontrar muchísimas maneras de aprovecharla para así contribuir a un mundo más limpio, amigable y respetuoso de todas las bondades que la naturaleza nos regala.
¡Ojo! Ten cuidado con los molinos que encuentras en Casa Terracota. El que se utiliza para moler tiene un triturador, así que no metas los dedos pues te puedes lastimar. Tampoco metas piedras u otros objetos que puedan trabarlo.