Recorrido 2
🇨🇴 Vengo a Villa de Leyva, no nací aquí, pero vengo desde muy niño, muy pequeño. Yo creo que de días de nacido. Y desde que vengo, sobretodo en esa época infantil y juvenil, el pueblo se conservaba en un estado que podría llamar en ruinas, pero ruinas todavía de pie.
Esas ruinas que fueron construcciones hechas por los europeos que vinieron a América, fundaron esta población y construyeron con los sistemas que habían aprendido de los estados musulmanes, cuando invadieron durante 800 años a España. De ahí se llevaron no sólo el sistema de construcción con adobe, sino la tapia pisada que conocemos, y que luego se derivó en el bahareque aquí, pero especialmente trajeron y enseñaron a hacer el ladrillo y la teja, que el nativo americano no conocía.
Entonces se fueron construyendo poblaciones de mucho valor arquitectónico con tradición española, y curiosamente los centros de las grandes ciudades fundadas en el siglo XVI, como Bogotá, como Tunja o las poblaciones cercanas a Villa de Leyva, Chiquinquirá y etc., fueron construidas con esos sistemas.
Ya con la cercanía de Villa de Leyva a Ráquira que quiere decir pueblo de olleros o pueblo de alfareros, desde tiempos muy remotos, anterior a la colonización española, los habitantes de estas zonas, de estos valles, sobrevivían haciendo piezas de barro, ollas, platos, materas, todo lo que corresponde al tema de alfarería y de una cerámica llamémosla así, porque a la hora de la verdad son pequeñas piezas “terracota”, que quiere decir tierra cocida, pasada por fuego, para que resista al agua y al paso del tiempo .